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Sobre la Ternura

  • miriamgomariz
  • 10 may 2020
  • 3 Min. de lectura

Retomo letras pasadas para inaugurar este espacio:

Hace días lo vengo pensando. Presento a la ternura y de fondo escucho añoranza; digamos que esta emoción tan natural aparece a menudo desterrada  y entonces es cuando me digo “los seres humanos andamos nostálgicos de lo más tierno”.

En general cuando acompaño a otros lo hago de la mano de la ternura,  la busco y la invoco,  para que  nos guíe en nuestro conversar, en nuestro relacionarnos, para que me ayude a danzar con el ser humano que tengo delante y poder así acercarme.  Lo hacía de manera inconsciente, ahora me doy cuenta.

Voy al diccionario  y aparecen estas letras:

“Ternura: Cualidad de las cosas que emocionan dulcemente….”

La ternura  nos da seguridad, no es por casualidad que es la emoción que  nos inspiran los bebés, la que necesitan.  Trae un ritmo natural, es suelta y serena; es la emoción que nos vincula y nos calma. Es la energía de la bienvenida también.

Pero algo nos pasa cuando crecemos, que empezamos a olvidarla, y casi sin darnos cuenta, nos vivimos la vida  en la profunda nostalgia que nos genera el no habitarla.

Parece que tiene algo de dulce, suave y en espacios íntimos resulta  un poquito más confortable. Pero muchas veces cuando la exponemos en comunidad, sobre todo en las que priman y prevalecen otras emociones, como la rabia y el entusiasmo,  nos resulta muy incómoda.

Lo curioso de todo esto es que se trata de una emoción que energética y corporalmente nos demanda poquito esfuerzo y sin embargo ¡oh, qué difícil resulta a veces sostenerla!  Parece que hemos aprendido a habitar con mucha más facilidad el esfuerzo, curiosamente en él nos sentimos más cómodos.

Puros aprendizajes que se nos han ido quedando impregnados en el cuerpo. Con frecuencia observo cómo en ciertos entornos la ternura se nos escapa a borbotones.

El otro día, en un taller de coaching en movimiento, me aparecieron estas reflexiones.  Los cuerpos hablan y si los escuchamos, traen mensajes.

Unos cuerpos que nos hablan de pensamientos: en la ternura muchas veces nos juzgamos  “cursis” o “ridículos”. Mientras, nuestro cuerpo se ruboriza, y quiere salirse de ahí y pasa a la carcajada o a hacer cierta comedia y la ternura se convierte entonces en vergüenza o sarcasmo.

No nos damos permiso para esta emoción. Y sin embargo nos está haciendo mucha falta.

Desde el Coaching Ontológico decimos que la ternura es la emoción que nos permite conversar lo que nunca conversamos, es la que nos abre las puertas del alma. Te hace vulnerable, abierto y sensible a los misterios del otro, también de la vida. La invocamos porque es  vital,  se hace necesaria en todos los ámbitos de nuestro existir. Podemos  bajar o subir la intensidad, incluso regular sus distintas formas de manifestarse.

Es indispensable también en nuestros entornos laborales. Aquí aparece de la mano de la escucha, del considerar al otro, del tener en cuenta sus necesidades e inquietudes, sus luces y sus sombras, sus sueños y sus derrotas… Y es que la ternura es blandita y  poderosa.

Estas letras son una invitación a abrirnos a la ternura: cuando te das permiso   para danzar con ella en el curso de tu vida, esta emoción  nos regala la confianza.

También estas letras para dar las gracias a mis alumnos por abrirse a  a estos nuevos aprendizajes, por la sinceridad de los cuerpos. Y en esa apertura al aprendizaje aparece como por la rendija de una puerta entreabierta, tímida, la ternura. Bienvenida.

Si ponemos un poquito de luz a eso que nos pasa, algo empieza a cambiar.

Y se empiezan entonces  a alumbrar esos rincones del alma olvidados, y aparecen  nuevas formas de hacer comunidad, nuevas formas de convivencia en  todos nuestros círculos humanos.  Círculos que mediados por la ternura, entre otras emociones, se anclan en valores fundamentales que nos llevan a relaciones de cooperación, solidaridad y co-inspiración; anclajes tremendamente inspiradores para cualquier forma de relación humana. Y que hoy tanto nos hacen falta.

Sean Bienvenidos/as.




 
 
 

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